22.3.08

En el crater.

Cuaderno de bitácora del Stela.
Fdo: Capitán Manuel McKellen, Comandante en funciones.

Dado el estado actual de la nave, he decidido ocultar la nave en un asteroide del anillo del 8º planeta para efectuar reparaciones.
Buscando un lugar adecuado para ocultarnos, hemos encontrado los restos del Destructor Atila, del que no sabíamos nada desde hace nueve días. Parece ser que tuvo la misma idea, pero fue descubierto y bombardeado. No se detectan signos de vida, ni cápsulas de escape.
Nos hemos posado junto a él. En nuestro estado y con los reactores en mantenimiento pasaremos por restos del Destructor.

La situación de la nave sigue crítica. Hemos perdido 3 cubiertas más por falta de energía. Una de ellas no fue posible evacuarla a tiempo, falleciendo las 34 personas, todas refugiados. Según el informe del ingeniero jefe, volveremos a tener la potencia habitual tras cinco días de parada de los reactores nucleares.
Los recicladores vitales están dañados, pero tenemos más que suficiente para la población actual.
El sistema de comunicaciones, ocultación y salto cuantico están irrecuperables.
El informe de la Directora Médica recoge 14 bajas en el día de hoy. Ningún refugiado presenta los síntomas iniciales del virus, pero sigue aconsejando la cuarentena.

He enviado una expedición de cuarenta y cinco hombres a los restos del Atila. Su misión consiste en registrar el Atila a fondo y obtener cualquier tipo de maquinaria que no sea útil. Su modulo de salto parece intacto, al menos.
Al mando está el Alférez Okembe. El ordenador no reconoce sus patrones neuronales y por tanto no le da acceso a los mandos de vehículos Tarántula. He decidido apagar el ordenador y operar los vehículos en modo manual. Para este tipo de misión de recuperación es aceptable.
El tiempo estimado de la misión es de 3 días.

Como oficial de más alto rango en condiciones para el servicio, renuevo las credenciales de mando. Quedan 8 códigos.

No hay comentarios: